Acabo de leer esta original novela
de Aimee Bender, profesora de escritura creativa de la Universidad de los
Ángeles y escritora de relatos cortos principalmente.
Es la conmovedora historia de Rose, una niña de nueve años que descubre que
tiene una curiosa peculiaridad: puede descubrir en el sabor de los alimentos
los sentimientos de quien los ha cocinado, e incluso adivinar la procedencia
geográfica del lugar de producción de los mismos. Lo que puede parecer una
divertida facultad, se acaba convirtiendo en una carga y un problema para ella:
descubre que su familia no es tan feliz como en un primer momento parece.
Este relato tiene muchos puntos en común con El perfume, historia de un asesino, primera novela del escritor alemán Patrick
Süskind que explica la vida de Grenouille, personaje de la Francia del siglo
XVIII que descubre y percibe el mundo a
través del sentido del olfato, que tiene más desarrollado que el resto de las
personas. Pero aunque La peculiar
tristesa del pastís de llimona es una novela deliciosa, El Perfume es una obra maestra.
Para los que leáis en castellano el título del libro es La
insólita amargura del pastel de limón.
¡Disfrutad la primavera!
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